miércoles, 2 de abril de 2025
Crónicas de Polisémico Fernández // Especial del 2 de abril
martes, 18 de marzo de 2025
sábado, 15 de marzo de 2025
¿Los números mandan?...
LEER: LA DESOBEDIENCIA DEBIDA
¿Sos una persona práctica, materialista y objetiva? Necesitás leer. ¿Sos de temperamento imaginativo y sensible? Necesitás leer. ¿Lo único que te importa es ganarte la vida? ¡Necesitás leer!
Corren tiempos despiadados para quien abrigue la modesta intención de mantenerse curioso, abierto, solidario. Es decir: módicamente humano.
Es difícil entender al mundo, o entendernos con el mundo, si vamos corriendo por un pasillo angosto, entre dos muros achos y altos, atontados por el esfuerzo de sobrevivir y la pausa tóxica
Hospedá un libro en el sótano de tu ‘tiempo muerto’. Podría ser otra forma de ganarte la vida o escapar de la mira del bombardeo.
Un libro aporta intensidad y sentido a tu rutina, ya sea con datos precisos que ensanchan el conocimiento de la realidad, o con ficciones que alumbran cómo es la realidad del otro lado.
No leer libros es des-vivirse, subsistir cumpliendo puras obligaciones, y abandonarse al embrutecimiento sin el saludable ejercicio de la re-creación.
Echar a la basura tu tiempo de ocio creativo para que lo triture el engranaje del vértigo, la manipulación y la banalidad, es existir en modo ‘animal de costumbres’.
O leés buenos libros o te escriben la vida. Las 24 hs, los 7 días de la semana, oscuros libretistas mandan a imprimir en tu mente lo que pensás que pensás, te construyen como su personaje, limitan tus capacidades cognitivas, y hacen que repitas el guión que les conviene.
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En las publicidades de estadios de fútbol a veces se ven estas frases. |
Podremos ser espirituales y soñadores; podremos ser prácticos y materialistas. Pero todos tenemos derecho a que no nos apuren; a mantenernos curiosos, abiertos y solidarios. No hay mundo sin eso. No hay vida fuera de eso. Y para eso resultan imprescindibles los buenos libros.
No es cuestión de tiempo ni espacio, de plata ni clase social, de edad o nivel educativo. Cualquiera puede acercarse, entrar en confianza, hacer amistad, sostener el vínculo, y sobre todo, naturalizar la presencia de libros amigables y provechosos en la vida cotidiana.
En este rincón donde nos re-unimos te contamos la infinidad de opciones que no te quitan tiempo ni dinero, y pueden enriquecer tu vida de lector. De ahí al hábito del disfrute, y hasta la pasión de leer, hay un solo un paso. Pero esa historia la escribís vos.
Edgardo Ariel Epherra
Simone de Beauvoir
ENTRE EL ENSAYO SOCIOPOLÍTICO Y LA MEJOR NARRATIVA
Esta obra recoge tres cuentos ('La edad de la inocencia', 'Monólogo' y el que da título al volumen) en los que Simone de Beauvoir expone sus planteamientos éticos y sociales sobre la condición femenina con rigor de ensayista, pero apelando al formidable oficio narrativo para mostrar esos conflictos desde la ficción literaria. Los tres textos cuentan historias personajes femeninos y exponen sus conflictos sentimentales y morales a partir de tramas bien urdidas. Algunos de los temas que emergen son el de la mujer como esposa insatisfecha, como personaje oculto siempre tras un protagonista masculino, o como ser humano que no logra forjar identidad, cumpliendo mandatos en una sociedad injusta y perversa. Se destaca en la trilogía un estilo literario ágil, un ritmo vivo (que la traducción transmite en toda su belleza y efectividad) y una variedad de recursos técnicos que no pierde solidez en los tres cuentos (un relato más o menos tradicional, con narrador omniscente, en que el diálogo lleva el peso argumental; una historia resuelta desde el monólogo interior, y un diario íntimo). En suma, la pericia de Simone de Beauvoir genera intensas piezas de narrativa literaria en cuyas tramas subyacen planteos morales, sociales y políticos.
viernes, 14 de marzo de 2025
Un llamado a todas las minorías silenciosas
POESÍA DE JUNE JORDAN (Harlem, EEUU)
Hey,
vengan.
Salgan,
donde quiera que estén.
Necesitamos reunirnos
alrededor de este árbol
que no fue plantado todavía.
del libro Cosas que hago en la oscuridad (Bajo la Luna)
June Jordan fue una poeta estadounidense, hija de inmigrantes jamaiquinos, cuyos versos, ensayos y artículos mantuvieron alto vuelo estético y una inclaudicable preocupación por el fin de las intervenciones militares, los derechos civiles de las minorías y la libertad de la mujer. Fue exitosa columnista de los diarios y revistas de mayor prestigio y reconocida como escritora por la crítica mundial. Murió en Berkeley, California, en 2002.
lunes, 10 de marzo de 2025
domingo, 9 de marzo de 2025
Usinas de la Microficción
En versos y pasajes de cuentos de Borges anida la microficción (María Kodama) |
BREVEDADES EN SU TINTA
Las historias que siguen son muestras al azar de lo producido por participantes en la Clínica de Microficción que dicté en la Sociedad Argentina de Escritores (SADE Central, Buenos Aires), en el Taller de microrrelato de la Fundación Internacional Borges (foto: junto a María Kodama), el Seminario 'Poesía y microficción' de la Universidad Nacional del Sur, y cursos del Espacio El Aleph. Muchas gracias por la experiencia de mutuo aprendizaje.
Edgardo Ariel Epherra
MAGIA
Yo me acuerdo muy bien del último cumpleaños de la tía Enriqueta. Lo único que quedó fue esa foto de la mesa en el patio, que alguno sacó antes del festejo. Todos insistieron en celebrar a lo grande. ¡Grande era la tía Enriqueta que confundía a su hermana con su hija y a su hija con su mamá! Para qué diablos lo querían festejar. Y con globos y regalos absurdos. Mi cuñada, la Sofi, le regaló un collar con piedras de colores, y la pobre Enriqueta creyó que eran confites y se los comía. Y el tío Oscar le trajo un frasco de perfume. Cuando nos descuidamos la vieja tenía la cabeza toda mojada con un olor espantoso a esa fragancia barata. Yo aproveché y no le regalé nada; si ella ni se avivaba. Esa plata hacía más falta para una docena de pañales o para la comida. Pero no, el festejo, el festejo. Y para rematar: un mago. ¡Sí, un mago! Les dije que magia había que hacer con la tía Enriqueta para pagar los remedios y la enfermera que venía a bañarla. Y ellos, que no, que este mago cobraba barato, que era recomendado, que traía un ayudante… Bueno: esa parte se cumplió; lo del ayudante, digo. El pibe fue el que nos encerró en el dormitorio apuntándonos con un bufoso mientras el mago hacía desaparecer todo lo que se afanaron de la casa.
Gladis López Riquert
GUARDIA DE CENIZAS
Después de dos años Renato volvía a su casa. Se cuidó de llegar a la hora de la siesta, cuando el barrio entero dormía. Sigilosamente abrió la puerta. Las bisagras oxidadas dieron el alerta y desde el dormitorio su esposa Jacinta gritó : '¿Quién anda? ¡Quién anda!'. Renato se paralizó. La mujer otra vez estaba haciendo de las suyas. Entonces subió resignado la polvorienta escalera, entró sin golpear, levantó las sábanas y se acostó. En el dormitorio no había nadie.
Diego Lanis
RECURSOS
Pensativo, calculó su próximo movimiento: “Tengo que optimizar el uso de los recursos, minimizar los costos y mejorar la calidad del producto”. Como se sabe, le bastó con una costilla de Adán para lograrlo.
Ana María Villalobos
UN MIEDO EXTREMO
La justicia por fin se expidió. Era el día, llegaba la hora. Iván esperaba en su celda. Pasó muchos años en prisión pero no estaba preparado para lo que seguía. Nadie nunca está listo para esto, pensó. Se levantó del camastro. Se acercó a la reja. Recordaba cuando era bebé, agarrado a los barrotes de su cuna, en tiempos en que tenía mamá y papá y un futuro. Movió la cabeza para deshacerse de esas imágenes porque la angustia le subía del estómago a la garganta. Se abrió la celda y lo sacaron. Mientras caminaba por el corredor se preguntaba si alguien allí lo echaría de menos, y sentía lo absurdo de ir esposado. ¿Adónde iba a ir? Se abrió la última puerta. Iván entró en pánico. Los guardias lo asistieron tratando de controlar su agitación. Cuando se recompuso dejó el penal pero estuvo un largo rato mirándolo inmóvil desde la vereda de enfrente.
Celina Costa
RUNDÚM
Pablito habla solo frente al espejo.
-¿Con quién hablás? - pregunta la madre.
-Con mi amigo Rundúm, pero vos no lo ves porque ya se fue -contesta.
-Imaginación infantil -piensa la madre.
Un día cuando Pablito no está en la casa, el marido encuentra a su mujer hablando sola frente al espejo:
-¿Con quién hablás?
-Con Rundúm, pero vos no lo ves porque ya se fue -responde ella.
Sensibilidad femenina –piensa el hombre.
Al tiempo el padre mira hacia el jardín y ve a un niño desconocido que habla solo. Se acerca y le pregunta:
-¿Podés decirme quién sos vos?
-Rundúm –dice el chico.
-¿Y con quien hablás?
-Con tu mujer y con tu hijo. Pero vos no los ves porque ya se fueron…
Mabel Fredes
SERENA PIEDAD
El viento se había detenido. No quería desparramar desilusión.
Silvia Cadile
LAS HUELLAS
Un día sin sol y sin nubes llegaste adonde empieza el mar. Tus pies tocaron el agua y ellas quedaron en fila, reunidas para llorarte.
Flavio Hernández
UNA NOCHE
- Nunca pensé que iba a ser tan difícil –dice Ana temblando.
- Tranquila, amor; ya se acabó - la consuela Pablo.
Están tendidos en la arena, borrachos de vino y de pasión.
Hacen el amor como si fuera la última vez.
Saben que el cadáver del marido de Ana fue descubierto.
Los perros de la policía ladran cerca.
Gladys Abilar
DESNUDO
La mujer posa en el taller del pintor. Esta vez el artista le ha pedido que se desnude.
-Hoy más que nunca necesito que estés concentrada -dice él.
Poco a poco el cuerpo femenino toma forma en la tela.
-Sé que vas a enojarte, pero debo salir un momento— pide la modelo.
-¿Salir? ¿No me entendiste? ¿Qué te pasa?
-¿No te ha pasado sentir una mirada clavada en la nuca? Temo que mi hija me haya seguido.
La mujer se viste y entreabre la puerta. Caído en la vereda, un osito de peluche la mira.
Teresita Saint Esteben
viernes, 7 de marzo de 2025
Infancias, inundación, violencia gubernamental
JUGAR DE MEMORIA
Estamos escribiendo esta entrega de nuestra Revista en el mes donde cabrá recordar más de una tragedia: el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, y la trágica inundación de Bahía Blanca hoy, hace pocos días, en 2025.
Hay un libro que lejos de los melodramas y el oportunismo remite a la violencia de un gobierno por acción u omisión: aquello de las dictaduras, esto de las inundaciones. Y lo hace recogiendo el testimonio de un sector poblacional no siempre consultado: las niñeces.
Durante 1984 el escritor y periodista Hugo Paredero entrevistó a 150 chicos de entre 5 y 12 años, de distintos lugares de Argenina y de todas las clases sociales. El tema de las conversaciones fue la dictadura militar que gobernó entre 1976 y 1983. Los chicos hablaron con libertad de todo lo que vivieron, pensaron y sintieron bajo ese régimen, y también del futuro.
El libro nunca se publicó. Hasta que un día, uno de aquellos pibes entrevistados, ya con 28 años, editor, creyó reconocer en la radio la voz y el nombre del periodista que cuando él era chico fue a su casa a hacerle preguntas para un libro sobre los “señores de gorra”.
Entonces ambos se reencuentran, y por fin el libro demorado ve la luz. Con su explosivo contenido sin tocar, tal como fue dicho y atesorado en su momento. Como bien se advierte: este cofre contiene la historia oficial que faltaba.
Va por cuenta de los lectores analizar cómo impactó la dictadura en la mente de estos pequeños. Desde aquí, hoy, conmocionados por la destrucción de Bahía Blanca bajo las aguas, elegimos releer y alcanzarles parte del capítulo 10, que aborda el tema de las inundaciones producidas en varias zonas del país, a inicios de los '80s, y cómo las nenas y nenes de entonces atestiguaron aquellos dramas.