Ni siquiera en muchas grandes capitales se hallan antecedentes como la Feria del Libro de Bahía Blanca, que además de las muestras, propuso un diálogo abierto de autores y lectores de la ciudad con escritores de consagrada trayectoria: aquellos visitantes mostraron a un público entusiasta y multitudinario la propia cocina, esa gran factoría de ideas y sentimientos hechos Literatura, para que todos pudieran participar del encuentro sin gastar un centavo en entradas. La singular oferta cultural de esta Feria se sostuvo gracias a la iniciativa de la Asociación Cultural Prolibro (ONG, pers. Jurídica nº 15315) y la entonces Subsecretaría de Cultura de la Municipalidad de Bahía Blanca. En la práctica fue una cogestión cuyas responsabilidades ejercían respectivamente Edgardo Epherra y Ricardo Margo, articulando equipos y políticas institucionales.
AL MEJOR NIVEL Y CON MASIVA CONCURRENCIA
La Feria del Libro de Bahía Blanca, en su rubro, instaló
a la ciudad en la agenda cultural del país durante doce años, y fue considerada
como una de las realizaciones más importantes en materia de actividad educativa,
artística, editorial y académica. Tuvo una rica y diversa programación anual de
entre 7 y 10 días, siempre con entrada gratuita; propició una sostenida interacción de escritores capitalinos, locales, del interior y del extranjero, y atrajo el interés de librerías, editoriales artesanales, sellos de reconocido prestigio, músicos de la ciudad y la zona, y conferencistas de Uruguay, Chile, Canadá, España, Francia y otros países.
ENCUENTRO CON AUTORES NACIONALES
Para apreciar el nivel de esta realización basta con ver
la lista de quienes ofrecieron charlas en el memorable “Encuentro con autores
nacionales”. Brillaron entre otros: Alicia Steimberg, Guillermo Martínez, Mempo
Giardinelli, Osvaldo Bayer, Juan Sasturain, Alicia Jurado, Liliana Heker,
Osvaldo Soriano, Vlady Kociancich, Abelardo Castillo, María Kodama, Carlos
Ulanovsky, Héctor Libertella, Ana María Shua, Elsa Bornemann, Marcelo Di Marco,
Sylvia Iparraguirre, Horacio Salas, Miguel Rep, Carlos Trillo, José María
Castiñeira De Dios, Tununa Mercado, Eduardo Aliverti, Bernardo Koremblit, Pablo
De Santis, Isidoro Blaisten, Guillermo Saccomano, María Esther De Miguel,
Eduardo Gudiño Kieffer, Leo Masliah, Raúl Brasca, Hamlet Lima Quintana, y el
largo etcétera de aquellos doce años ininterrumpidos.
ÉTICA Y ÉPICA DE LA GESTIÓN CULTURAL
La Feria del Libro bahiense estuvo entre las principales
del país y llegó a interactuar con expresiones hermanas del extranjero. Tuvo una
programación extensa, plural y atractiva con acceso libre; exposición,
presentación y venta de best sellers internacionales y vasta producción
regional; un memorable Café Literario del autor al lector; talleres de estímulo
a la lectura y de escritura creativa; vasto programa de conferencias, paneles y
espectáculos; ciclos formativos y recreativos para todas las edades; propuestas
interdisciplinarias (plástica, música, teatro, danza); participación de la
escuela, la familia e instituciones comunitarias; representación de las
bibliotecas populares de la ciudad y la zona; respuesta masiva del público;
promoción de valores como el trabajo, la educación, la justicia, la vida y la
libertad; interacción con los medios de prensa y las universidades; respeto por
valores como el trabajo, la vida, la libertad y el cuidado del medio ambiente;
y más de una década de sostenida vigencia en la agenda cultural del país, que
ayudó a proyectar a los autores de Bahía Blanca fronteras afuera.
SADE: LA HERENCIA DE LA FERIA SE REPARTE ENTRE TODOS
La Feria local generó vínculos perdurables con la
Fundación El Libro y la Sociedad Agentina de Escritores: por eso hoy siguen
viajando delegaciones bahienses a participar del Festival Internacional de
Poesía en Buenos Aires, y de la Feria Internacional del Libro: allí nuestros
autores y autoras, cada año tienen gratuitamente un espacio y turnos para firmar
ejemplares de sus obras, en un evento de costosísima producción, al que concurre
más de un millón de personas y del cual participan editoriales y autores de
fama mundial. Esta relación entre Bahía Blanca y los primeros planos de las
Letras tuvo estímulo en aquellas recordadas Ferias del Libro locales, y se fortalece en 2015 con la creación de la Filial Regional de la SADE,
que abarca todos los distritos de la VI Sección Electoral y tiene cabecera en
nuestra ciudad. El sentido federal de esta institución permite integrarnos a un
mapa de más de 75 representaciones con casi 9000 socios en el país, gestionar
actividades de autores foráneos, y tener apoyo jurídico, logístico y operativo
en las que realicen los bahienses en Buenos Aires.